Adopción de uso de tarjetas en Chile es la mayor en la región, aunque se queda atrás en la sofisticación del mercado
Según un informe de Boston Consulting Group, la penetración del uso de plásticos en Chile llega a un 40%, el mayor en América Latina, aunque está por debajo de Brasil y Argentina en materia de competencia y apertura.
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Un reporte de Boston Consulting Group señala que la adopción de uso de tarjetas en Chile se encuentra por encima de otros países de la región, e incluso por arriba del promedio en la Unión Europea.
De acuerdo con el informe, la utilización de tarjetas de crédito y débito se encuentra en un 40% en Chile, por sobre el 39% de Brasil y el 21% de Argentina, sus más inmediatos seguidores en América Latina. Al mismo tiempo, está muy por encima del 16% de Colombia, del 14% de México y del 12% de Perú.
Respecto de la Unión Europa, Chile se encuentra siete puntos porcentuales por arriba de la organización supranacional, que tiene una adopción de 33%. Eso sí, se encuentra muy por debajo del 72% de penetración que muestra el Reino Unido.
De acuerdo con el managing director y socio de BCG, Alejandro Tfeli, lo anterior se explica por el avance económico de Chile en comparación con los vecinos. "Chile, dentro de lo que es Sudamérica, es el país más avanzado en términos de Producto Interno Bruto per cápita, desarrollo económico en los últimos años. Aunque todavía tiene un tremendo espacio de crecimiento", asegura.
Aquello se ha visto reforzado con la tasa de bancarización que tiene Chile versus el resto de los países del sector.
Según el estudio, el nivel de población bancarizada, considerando a las personas mayores de 15 años, alcanza un 80%, mientras que en Brasil y Argentina la cifra llega al 71% y 50%, respectivamente.
Mercado menos sofisticado
Sin embargo, el escenario cambia cuando se habla respecto a la sofisticación del mercado. En ese sentido, Chile se queda atrás en comparación con la industria de pagos brasileña y argentina.
"Cuando se mira el nivel de sofisticación, el nivel de apertura, el nivel de competencia de los pagos electrónicos chilenos contra el resto de Sudamérica, no se ve el alcance de Chile, porque está bastante más retrasado que Brasil, que es el que lleva la delantera en la región, e incluso que Argentina", afirma Tfeli.
Una de las razones que explican lo anterior, indica el ejecutivo, es la compleja transición que ha tenido la industria de medios de pago local a un modelo de cuatro partes, cuestión que en los gigantes sudamericanos ya tienen resuelta.
"La forma en cómo se ha normado ir a un modelo de cuatro partes, que sea competitivo, abierto, que traiga innovación y sofisticación, ha sido distinta que, por ejemplo, en Argentina y en Brasil. Mirando hacia atrás, no solo ha sido diferente, sino que ha probado ser menos eficiente", dice.
En esos dos países, los respectivos reguladores financieros decidieron dar un plazo límite para transitar a un modelo de cuatro partes a los adquirentes, mientras que en Chile, el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) recomendó a Transbank, el operador con mayor peso del mercado, a pasar a un nuevo esquema, aunque sin plazos, explica Tfeli.